Los
hombres tienen una característica que les impulsa a conocer y a explorar todo
por curiosidad, sin necesidad de tener un motivo claro, y esto hace que, desde
siempre, existan entre ellos guerreros, científicos, mercaderes o grupos que se
dedican a escalar montañas. Estos últimos dan lugar a la aparición del deporte
del Alpinismo. Son los conquistadores de lo inútil, que hoy se agrupan en la Unión Internacional
de Alpinistas (UIA) que se divide, en cada nación, en diferentes
asociaciones que forman las Federaciones Regionales, en las que se encuadran
los deportistas de cada país.